Periodo pre racional




Periodo pre racional

 

El hombre se encontraba en un estado mental parecido al de los monos, la explicación más obvia era relacionada a lo sobrenatural, tales como los espíritus de los antepasados, el trabajo de los brujos, posesión demoniaca, enojo de los dioses, entre muchas otras. 

Luego, ya en un posterior del desarrollo humano, comenzó a entenderse que las situaciones emocionales y mentales eran debido a causas naturales. Esto lleva al punto de vista contemporáneo, el cual inicia durante el siglo XIX en el ámbito de la medicina, dando como resultado una nueva ciencia, la psicología, y de esta la psicoterapia, la cual en sus inicios estuvo más ligada a la medicina que a la psicología misma.

La sociedad tribal

Los antecedentes de la psicoterapia se remontan a la magia, la medicina y la filosofía y la religión. Durante el tiempo en el cual el hombre vivía en sociedades tribales, éste no entendía o no percibía la barrera entre el mismo y el resto de la naturaleza. De esta misma forma no había un entendimiento de individualidad. En estos inicios, de igual forma, la actitud preponderante era animista, es decir, creían que el alma, como parte del ser vivo era independiente del cuerpo, se podía mover de un ser vivo a otro.
Para el hombre de ese tiempo, el mundo estaba lleno de presencias espirituales, de trampas demoniacas, de fantasmas, de hechizos y encantamientos que tenían el poder de influencias a cualquiera, sin limitaciones espaciales ni temporales. La enfermedad era vista como un acto de posesión demoniaca por parte de un alma extraña que ocupaba el lugar del alma real del individuo.

Para llevar a cabo la sanidad del poseído, que serían los tratamientos terapéuticos de ese tiempo, estaban basados básicamente en diversas formas rituales cuyo objetivo final era liberar al alma del individuo al sacar el alma intrusa de su cuerpo. Esto implicaba ceremonias para la restauración del alma, confesiones, exorcismos, incubación, entre otras formas rituales. La sanidad o curación era lograda cuando el curandero o hechicero encontraba al alma perdida y la devolvía a su cuerpo, luego de haber sacado al invasor, valiéndose de instrumentos especiales, ya sean pociones mágicas, ramas de planta y bailes ceremoniales. Aunque muchas de estas creencias todavía persisten hoy en día, es a partir del siglo VI a. de C. que estas creencias comienzan a perder fuerza, debido a que comienzan a surgir las religiones organizadas, y con ellas el pensamiento racional.

Grecia

Siendo Grecia donde surge el pensamiento racional es su mayor esplendor, donde también convergen la tradición filosófica y la tradición médica, es donde comienza a cambiar el pensamiento humano pasando de un pensamiento mágico a uno lógico. Esto trae como resultado lo que en Grecia se hacía llamar "ensalmo", que consistía en el uso de la palabra persuasiva con fines curativos. La tradición filosófica iniciada en Grecia da la psicoterapia una concepción racional, junto con una serie de argumentos y métodos que ayudan al ser humano a pasar de lo pasional y animal a lo lógico y racional.

Otro aspecto en que contribuyó el avance generado en la antigua Grecia fue el relacionado a la tradición médica occidental. Este cambio de pensamiento más racional trajo como consecuencia muchos avances en cuanto a la clasificación de enfermedades y la conducta anormal, debido principalmente al análisis lógico de la observación del enfermo. Se comenzó a entender que las enfermedades mentales no eran producto de la magia y los espíritus, sino de agentes internos del organismo.

Hipócrates

Hipócrates propone la existencia de cuatro humores, la sangre, la flema, la bilis amarilla y la bilis negra, cada uno localizado en cuatro órganos diferentes, a los que se les atribuye ser los responsables del estado de salud/enfermedad de los individuos. Para ellos el desequilibrio entre estos cuatro humores era la razón por la cual las personas se enfermaban. Los mismos fueron relacionados, además, con las cuatro formas temperamentales que poseen los individuos como parte de su personalidad (Littauer, 2007).

Desde esta perspectiva de los humores se entendía que la sanidad era obra de la naturaleza, por lo que lo único que se tenía que hacer era ayudarla en su proceso de restablecimiento del equilibrio de los humores. Es por esta razón que, aunque entendían que era importante tener la confianza del enfermo y de cuanto influenciaba el estado de ánimo en la salud, su énfasis no se tornaba hacia las motivaciones psicológicas, sino biológicas. La práctica médica se mantuvo hasta la Edad Moderna basada en estos principios, sujeta a un esquema médico hipocrático. 

 Edad Media

Al llegar a la Edad Media, fruto de la aportación del cristianismo, más específicamente de la Iglesia Católica, se le comenzó a dar un nuevo significado a la enfermedad mental. En este tiempo se comienza a creer que los trastornos mentales eran fruto de una voluntad sobrenatural, es decir, del diablo, quien influenciaba o poseía a través de los demonios a las personas y las hacían que se comportaran de la forma que lo hacían.

A partir de ahí los tratamientos "psicoterapeúticos" iban enfocado en sacar al demonio del individuo. Iban desde las oraciones, las torturas, el exorcismo, y hasta la hoguera. La enfermedad, en este sentido, se veía como fruto del pecado del hombre. Para evitar "enfermarse", la persona debía mantener un ritual de confesión de pecados y de oraciones repetitivas que la iban a librar de que el demonio le poseyera, y por ende no se enfermara.
Durante todo este tiempo la Iglesia Católica mantuvo un actitud despótica, inhumana e inquisidora frente a la enfermedad mental.


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